Cuando hice esta historieta, hace unos meses, no pensaba subirla al blog. Pero bueno, ahora tengo ganas de subir algo, y le tocó.
Lo que pasa es que me quedó bastante inentendible (y no era esa la idea). Para entenderla, hay que leer el cuento en el que está basada, de Federico de los Santos.
Aunque no se entienda, igual me gusta. Además, llegué a encariñarme en algún momento de las 8 horas y pico en las que estuve dibujándola de corrido. Me quedó la mano toda torcida.
